lunes, 14 de noviembre de 2011

Lucía, una historia un poco rara.

Un viernes de verano, estábamos en casa de una amiga y me gustaba mucho uno de los chicos que llegó con su novio, nos mirábamos y al final él se acercó para preguntarme como me llamaba. Conversamos un largo rato; y me daba cuenta que todo cambiaba repentinamente, como lo hubiese conocido desde hacía muchos tiempo atrás, pasaron un par de horas y no dejaba de enamorarme con sus tiernas y bellas palabras, algo así como que mis amigas solían decir que los hombres solo sabían pintar pajaritos en la mente de una mujer que al abrir y cerrar los ojos ya habrían podido llegar a tocar sus labios y a conquistarle, en ocasiones me sentía nerviosa y no podía  contestar a sus preguntas, él trataba de susurrarme al odio y sentía que él solo buscaba seducirme, algo que jamás habría imaginado que él haría, sólo por momentos me entraba la sonrisa tonta en el rostro, pero a cualquier novata como yo lo habría ocurrido lo mismo, traté de alejarlo de mi lado buscando a mis amigas, pero en ese momento todas estaban ebrias, claro también habría sucedido lo mismo conmigo si habría dejado de charlar con ese tipo, trate de evadir las preguntas que él me las hacía y deje de conversarle, y en un descuido él me quería dar un beso en la boca, cosa que no me agrado para nada, al principio me quede aturdida pero cuando reaccione lo empuje a un costado y no lo mire más, trate de ignorarlo y al rato de no hablarle se alejó. Habían pasado sólo unos minutos, trataba de mirarlo de reojos y me daba cuenta que ahora era yo quien lo miraba mucho y el trataba de ignorarme y eso me molestó, tampoco podía ir a reclamarle por lo que estaba haciendo; al cabo de una hora fui en busca de él cuando unas de mis amigas en plena estado de ebriedad trato de besarlo, lo primero que hice fue sacarla de ahí y pedirle a él que siguiera hablándome de su vida, después de un largo minuto trate de superar mi miedo y le regale un beso en la mejilla, él me sonrió me acaricio con sus manos y me dio un beso muy apasionado en la boca, todos estaban caídos en el piso y él puso una música romántica para bailar, al cabo de 5 minutos nos dábamos besos apasionados y quedamos perdidamente seducidos y el me pidió para tener relaciones, lo que respondí era increíble ni siquiera sabía lo que le decía. Al cabo de dos minutos ya habíamos llegado a la cama y así consumamos ambos nuestro deseo, claro lo inédito era que nunca llegue a preguntarle si era su primera vez como lo era para mí, y desde ese momento encontré la diferencia que se sentía en ser una niña frente a ser una mujer, es mi historia de amor más corta y más divertida que había tenido.

Lucía , España

 Es esta historia de amor, que en realidad fue sólo un momento de pasión, se confundieron muchos de los comportamientos que se tenían como los que se tenía que tomar en cuenta; para empezar Lucía, una joven inexperta y curiosa, de dejó llevar por sus instinto y tomó una decisión no mala, pero poco acertada, el tener sexo con una persona que recien conocí y sentir que la quería o que le gustaba mucho sin conocerl a a fondo. 

Este "sentimiento" pasa en muchas mujeres, las cuales confunden una atracción con amor, conocen a alguien una semana y dicen que lo aman, y esto pasa también con los hombres. Por otro lado hay algo cierto que menciona Lucía, los hombres son expertos en dibujarnos maripositas en el cielo para ser más atractivos hacia nosotros, y hacen lo que sea para seducirnos.

Chicas, tengan cuidado, nadie dice que no salgan y conozcan personas, pero deben saber comportarse frente a estas personas. Piensen las cosas antes de actuar y no seas impulsivas como Lucía :)

 

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